En Octubre de 1972, mi tía, Mabel Enriquez, inauguró su inmobiliaria en Bernal, Quilmes.
Fue la primer Martillera mujer de la zona; reconocida y admirada por su honestidad y talento para los negocios.
Sus estudios de Arquitectura le sumaron una visión más completa de las propiedades al momento de tasarlas, y su inseparable marido, el Escribano Rubén Otero, resultó un asesor invalorable en cuestiones legales y notariales.
Años más tarde, mi madre Elida D'Angelo, se sumó a la empresa.
Y nosotros, la nueva generación, fuimos interiorizándonos sobre el negocio familiar
En el año 1997, mi primo, Tristán Otero, se asoció a la inmobiliaria de su madre y es quien la dirige actualmente
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En el año 2016, comienzo a dirigir mi propia Inmobiliaria en el Barrio de Palermo, CABA, con el mismo criterio y valores inculcados por mi familia ¨Honestidad y Trabajo¨ para que nuestros clientes sigan eligiéndonos.